1Amos, sean justos e imparciales con sus esclavos. Recuerden que ustedes también tienen un Amo en el cielo.
2Dedíquense a la oración con una mente alerta y un corazón agradecido.
5Vivan sabiamente entre los que no creen en Cristo y aprovechen al máximo cada oportunidad.
7Tíquico les contará con detalles cómo me va. Él es un amado hermano y un fiel colaborador que sirve conmigo en la obra del Señor.
10Aristarco, quien está en la cárcel conmigo, les manda saludos; y también los saluda Marcos, el primo de Bernabé. Tal como ya se les indicó, si Marcos pasa por allí, hagan que se sienta bienvenido.
12Les manda saludos Epafras, un miembro de la misma comunidad de fe que ustedes y siervo de Cristo Jesús. Siempre ora con fervor por ustedes y le pide a Dios que los fortalezca y perfeccione, y les dé la plena confianza de que están cumpliendo toda la voluntad de Dios.
14Les manda saludos Lucas, el médico amado, y también Demas.
16Una vez que hayan leído esta carta, pásenla a la iglesia en Laodicea para que ellos también puedan leerla. Y ustedes deberían leer la carta que les escribí a ellos.
17Además, díganle a Arquipo: «Asegúrate de llevar a cabo el ministerio que el Señor te dio».
18Firmo mi propio saludo de puño y letra: Pablo.
Recuerden que estoy en cadenas.
Que la gracia de Dios sea con ustedes.