1Por ese tiempo, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:
—¿Quién es el más importante en el reino del cielo?
2Jesús llamó a un niño pequeño y lo puso en medio de ellos.
—Les digo la verdad, a menos que se aparten de sus pecados y se vuelvan como niños, nunca entrarán en el reino del cielo.
5»Todo el que recibe de mi parte*18:5 En griego recibe en mi nombre. a un niño pequeño como este, me recibe a mí;
7»¡Qué aflicción le espera al mundo, porque tienta a la gente a pecar! Las tentaciones son inevitables, ¡pero qué aflicción le espera al que provoca la tentación!
10»Cuidado con despreciar a cualquiera de estos pequeños. Les digo que, en el cielo, sus ángeles siempre están en la presencia de mi Padre celestial.*18:10 Algunos manuscritos agregan el versículo 11: Y el Hijo del Hombre vino a salvar a los que están perdidos. Comparar Lc 19:10.
12»Si un hombre tiene cien ovejas y una de ellas se extravía, ¿qué hará? ¿No dejará las otras noventa y nueve en las colinas y saldrá a buscar la perdida?
15»Si un creyente*18:15a En griego Si tu hermano. peca contra ti,*18:15b Algunos manuscritos no incluyen contra ti. háblale en privado y hazle ver su falta. Si te escucha y confiesa el pecado, has recuperado a esa persona;
18»Les digo la verdad, todo lo que prohíban*18:18a O aten, o cierren. en la tierra será prohibido en el cielo, y todo lo que permitan*18:18b O desaten, o abran. en la tierra será permitido en el cielo.
19»También les digo lo siguiente: si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra con respecto a cualquier cosa que pidan, mi Padre que está en el cielo la hará.
21Luego Pedro se le acercó y preguntó:
—Señor, ¿cuántas veces debo perdonar a alguien*18:21 En griego a mi hermano. que peca contra mí? ¿Siete veces?
22—No siete veces —respondió Jesús—, sino setenta veces siete.*18:22 O setenta y siete veces.
23»Por lo tanto, el reino del cielo se puede comparar a un rey que decidió poner al día las cuentas con los siervos que le habían pedido prestado dinero.
26»El hombre cayó de rodillas ante su amo y le suplicó: “Por favor, tenme paciencia y te lo pagaré todo”.
28»Pero cuando el hombre salió de la presencia del rey, fue a buscar a un compañero, también siervo, que le debía unos pocos miles de monedas de plata.*18:28 En griego 100 denarios. Un denario equivalía a la paga de un obrero por una jornada completa de trabajo. Lo tomó del cuello y le exigió que le pagara de inmediato.
29»El compañero cayó de rodillas ante él y le rogó que le diera un poco más de tiempo. “Ten paciencia conmigo, y yo te pagaré”, le suplicó.
31»Cuando algunos de los otros siervos vieron eso, se disgustaron mucho. Fueron ante el rey y le contaron todo lo que había sucedido.
35»Eso es lo que les hará mi Padre celestial a ustedes si se niegan a perdonar de corazón a sus hermanos.