1El día de Pentecostés,*2:1 El Festival de Pentecostés caía cincuenta días después de la Pascua (cuando Jesús fue crucificado). todos los creyentes estaban reunidos en un mismo lugar.
5En esa ocasión, había judíos devotos de todas las naciones, que vivían en Jerusalén.
7Estaban totalmente asombrados. «¿Cómo puede ser? —exclamaban—. Todas estas personas son de Galilea,
13Pero otros entre la multitud se burlaban de ellos diciendo: «Solo están borrachos, eso es todo».
14Entonces Pedro dio un paso adelante junto con los otros once apóstoles y gritó a la multitud: «¡Escuchen con atención, todos ustedes, compatriotas judíos y residentes de Jerusalén! No se equivoquen.
17“En los últimos días —dice Dios—,
derramaré mi Espíritu sobre toda la gente.
Sus hijos e hijas profetizarán.
Sus jóvenes tendrán visiones,
y sus ancianos tendrán sueños.
18En esos días derramaré mi Espíritu
aun sobre mis siervos —hombres y mujeres por igual—
y profetizarán.
19Y haré maravillas arriba en los cielos
y señales abajo en la tierra:
sangre, fuego y nubes de humo.
20El sol se oscurecerá,
y la luna se pondrá roja como la sangre
antes de que llegue el grande y glorioso día del Señor.
21Pero todo el que invoque el nombre del Señor
será salvo”*2:17-21 Jl 2:28-32..
22»Pueblo de Israel, ¡escucha! Dios públicamente aprobó a Jesús de Nazaret*2:22 O Jesús nazareno. al hacer milagros poderosos, maravillas y señales por medio de él, como ustedes bien saben;
“Veo que el Señor siempre está conmigo.
No seré sacudido, porque él está aquí a mi lado.
26¡Con razón mi corazón está contento,
y mi lengua grita sus alabanzas!
Mi cuerpo descansa en esperanza.
27Pues tú no dejarás mi alma entre los muertos*2:27 En griego en el Hades; también en 2:31.
ni permitirás que tu Santo se pudra en la tumba.
28Me has mostrado el camino de la vida
y me llenarás con la alegría de tu presencia”*2:25-28 Sal 16:8-11 (versión griega)..
29»Queridos hermanos, ¡piensen en esto! Pueden estar seguros de que el patriarca David no se refería a sí mismo, porque él murió, fue enterrado y su tumba está todavía aquí entre nosotros;
32»Dios levantó a Jesús de los muertos y de esto todos nosotros somos testigos.
“El Señor le dijo a mi Señor:
‘Siéntate en el lugar de honor a mi derecha,
35hasta que humille a tus enemigos
y los ponga por debajo de tus pies’”*2:34-35 Sal 110:1..
36»Por lo tanto, que todos en Israel sepan sin lugar a dudas, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, ¡Dios lo ha hecho tanto Señor como Mesías!».
37Las palabras de Pedro traspasaron el corazón de ellos, quienes le dijeron a él y a los demás apóstoles:
—Hermanos, ¿qué debemos hacer?
38Pedro contestó:
—Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.
40Entonces Pedro siguió predicando por largo rato, y les rogaba con insistencia a todos sus oyentes: «¡Sálvense de esta generación perversa!».
41Los que creyeron lo que Pedro dijo fueron bautizados y sumados a la iglesia en ese mismo día, como tres mil en total.
42Todos los creyentes se dedicaban a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión fraternal, a participar juntos en las comidas (entre ellas la Cena del Señor*2:42 En griego el partimiento del pan; también en 2:46.), y a la oración.
43Un profundo temor reverente vino sobre todos ellos, y los apóstoles realizaban muchas señales milagrosas y maravillas.