Ezequiel 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48
1*21:1 Los versículos del 21:1-32 corresponden al 21:6-37 en el texto hebreo.Luego recibí este mensaje del Señor:
6»¡Hijo de hombre, gime delante del pueblo! Gime ante ellos con amarga angustia y el corazón destrozado.
8Entonces el Señor me dijo:
»“Una espada, una espada
está siendo afilada y pulida.
10¡Está siendo afilada para una masacre espantosa
y pulida para destellar como un rayo!
¿Ahora te reirás?
¡Los más fuertes que tú han caído bajo su poder!*21:10 El significado del hebreo es incierto.
11Sí, ahora mismo la espada está siendo afilada y pulida;
se prepara para el verdugo.
12»”Hijo de hombre, grita y laméntate;
golpéate los muslos con angustia,
porque esa espada masacrará a mi pueblo y a sus líderes:
¡todos morirán!
13¡A todos los pondrá a prueba!
¿Qué posibilidad tienen ellos?*21:13 El significado del hebreo es incierto.”,
dice el Señor Soberano.
14»Hijo de hombre, profetízales
y bate las palmas.
Después toma la espada y esgrímela dos veces en el aire,
incluso tres veces,
para simbolizar la gran masacre,
la gran masacre que los amenaza por todas partes.
15Que el corazón se les derrita de pavor,
porque la espada reluce en cada puerta de la ciudad.
¡Destella como un rayo
y está pulida para la matanza!
16Oh espada, acuchilla a la derecha
y luego a la izquierda;
corta por todas partes,
corta por donde quieras.
17Yo también batiré las palmas,
y aplacaré mi furia.
¡Yo, el Señor, he hablado!».
18Después recibí este mensaje del Señor:
24»Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: una y otra vez me hiciste recordar tu pecado y tu culpa. ¡Ni siquiera intentas ocultarlo! En todo lo que haces, tus pecados son evidentes, están a la vista de todos. ¡Por lo tanto, ya ha llegado la hora de tu castigo!
25»Príncipe de Israel, corrupto y perverso, ¡ha llegado el día de tu juicio final!
»“Quítate la corona de joyas,
porque el antiguo orden está por cambiar.
Ahora los humildes serán exaltados,
y los poderosos serán humillados.
27¡Destrucción! ¡Destrucción!
Sin duda destruiré el reino.
Y no será restaurado hasta que aparezca
aquel que tiene derecho a juzgarlo.
Entonces se lo entregaré a él”.
28»Ahora, hijo de hombre, profetiza sobre los amonitas y sus burlas. Dales el siguiente mensaje de parte del Señor Soberano:
»“Una espada, una espada
se desenvainó para tu masacre.
Está pulida para destruir,
¡y destella como un rayo!
29Tus profetas han transmitido falsas visiones
y tus adivinos han dicho mentiras.
La espada caerá sobre el cuello de los malvados,
para quienes ya ha llegado el día del juicio final.
30»”Ahora devuelve la espada a su vaina,
porque en tu propio país,
la tierra donde naciste,
dictaré mi sentencia contra ti.
31Sobre ti derramaré mi furia
y te soplaré con el fuego de mi enojo.
Te entregaré a hombres crueles,
expertos en destrucción.
32Serás leña para el fuego,
y derramarán tu sangre en tu propia tierra.
¡Serás arrasado por completo,
y no habrá más memoria de ti en la historia,
porque yo, el Señor, he hablado!”».